1. Viajar me permite mantener a mi niño interior. Cada vez que estoy en un nuevo lugar, mis ojos son como los de cualquier niño, que se maravilla ante cada cosa del mundo que ve por primera vez. Me vuelve el deseo de caminar, ver, tocar… experimentar por el simple hecho de que es nuevo para mi. Como el niño que se sube a lo alto de un muro para ver qué hay del otro lado, yo avanzo hasta la siguiente curva del camino para ver qué hay a continuación. Ese niño que no tiene miedo a reirse de si mismo.
2. Viajar me hace comprender mi lugar en el mundo. Dejo de sentirme tan importante, egocéntrico…y paso a sentirme parte de algo superior a mi propia existencia individual. Algo que no entiendo, pero comprendo. Una comprensión sin palabras, como esa tarde en la playa que tras ver ponerse el sol, te sientes placenteramente conectado con todo lo que te rodea y no sabes por qué.
3. Viajar me hace sentir. Cada vez que entro en una vida rutinaria, me convierto en alguien más insensible con lo que pasa en el resto del mundo. Un fugaz lamento por cada noticia que leo sobre una catástrofe en cualquier otro lugar, sobre un atentado ecológico que ha ocurrido en no se qué país. Tras viajar, entiendo la importancia de que todos y todas cuidemos de nuestro hogar común y todo ser que lo habita.
4. Viajar despierta mi amor por el planeta. No ha sido hasta que no he empezado a viajar, que comprendí la inmensa la suerte de que el universo haya creado esta nave espacial autosostenible y autoregulable repleta de vida. Cada vez que haces algo malo para el mundo, lo haces contra ti mismo. Vida que toma consciencia de si misma y del infinito del que forma parte; eso es para mi el amor en esencia.
5. Viajar me ha dado la paz. En cada lugar he dejado una parte de mi corazón y me he llevado algo en mi corazón a cambio. Esto me ha dado un gran equilibro emocional y espiritual y me ha hecho comprender que todos y todo está delicadamente interconectado. Esto ha hecho que no necesite luchar por mi lugar en el mundo, sino por el contrario abrir las barreras interiores que había contruido contra él.
6. Viajando he comprendido que la esencia de la humanidad es buena. He visto que no hay gente mala, sino gente que sufre, gente que tiene miedo, gente perdida… gente que se ha olvidado de la bondad innata que tiene. No es el ser humano, una cultura o una religión quien hace la guerra, es la ambición de esas pocas personas con poder y olvido. Allí donde he estado, ya sea en una zona en conflicto en Pakistán, en el Manhattan downtown …o cualquier cosa intermedia, he visto que la gente sencilla es adorable. El día que todos entendamos que estamos unidos en la diversidad, sustituiremos competencia por cooperación.
7. Viajar me ha ayudado a encontrar mi vocación. Lo primero que comprendí es aquello a lo que no quería dedicarme: nada que tuviese que ver con hacer que más gente sufriera. Comprendí que mi riqueza o progreso no se puede medir por lo que acumulo, sino por lo que genero en favor de una vida saludable para mi familia planetaria. Por eso me dedico a cooperar internacionalmente con gente buena que quiere progresar y ayudar a sus vecinos y vecinas a tener una vida digna.
8. Viajando he conocido al amor de mi vida. Y eso se ha dado principalmente porque viajar abre mi corazón… y me hace sensible a entender las señales, emprender el camino correcto y reconocer esa persona especial con la que quiero pasar el resto de mis días.
9. Viajando hemos concebido a nuestra primera hija. A escasos kilómetros de dónde nos vimos por primera vez, un alma muy antigua y sabia decidió venir de nuevo a este mundo a través de nosotros. En la cultura occiental, un bebé nace tras en parto, así Padma nació en Galicia, mi tierra. En gran parte de la cultura oriental, un bebé nace de verdad al cumplir un año. Padma nació también en Bali, tras viajar por varios lugares que la trajeron de vuelta hasta esta isla donde sus padres se conocieron, a dormir en la misma cama donde hicieron el amor el día que ella decidió colarse en nuestras vidas.
10. Viajar me trae de vuelta a mi hogar. Estar fuera me hace ver mi propio hogar como un lugar maravilloso, lleno de gente buena y una riqueza cultural y natural infinita. Y no es porque lo compare con el resto del planeta en plan «como en España no se vive en ninguna parte»; por el contrario es porque me distancio lo suficiente para olvidarme de todas esas cosas que, mientras estoy allí, me decepcionan. Una vez se me olvidan esas cosas, recuerdo esas otras que hacen de mi tierra un lugar tan especial. Gracias a esa comprensión, relativizo mucho aquello que me decepcionaba, hasta el punto de comprender que no tienen importancia. Así, cada vez que vuelvo lo hago con los brazos abiertos y el corazón limpio.
Muy bellas fotografías! Gracias por compartirlas con el resto del mundo!
El placer es mútuo, Ana María:)
Bendiciones para los tres.
Leyéndote me he emocionado…
Gracias.
Cecilia
http://blogs.diariovasco.com/apartirdelos50
La emoción es mutua:) gracias por pasarte por esta pequeña ventana del alma
Muy de acuerdo en prácticamente todas las razones 🙂 las octava y novena no puedo compartirlas de momento, pero quién sabe si algún día … gracias por expresarlo tan acertadamente 😉
Seguro algún día Raquel;) Gracias a ti, por visitar este rinconcito!!
gracias por hacerme ver que mis sueños se pueen hacer realidad
Ya sabes lo que se dice, Juan: sueña tu vida y vive tus sueños.
Hombre la verdad es que nunca había oido esa frase, pero si: No sueñes tu vida vive tus sueños.
Juan
Enhorabuena por tu vida y muchas gracias por compartir estas palabras tan grandes y sinceras.
Me ha encantado leerte!!
Gracias a ti Sergi… y buena ruta! Ultreia!
grandeza 😉
Sueña tu vida y vive tus sueños,gran frase! Me encanta ir por nuevos lugares,conocer personas diferentes y este año me he propuesto conocer Bali,desconectarme d todo,salir d mis rutinas y vivir mas mi vida,pues eso me hace mas feliz!
estoy en un viaje de relajo por Sudamerica y luego regreso por Asia.
Despues d leer tus experiencias y razones,definitivamente Indonesia es mi proximo destino.
Suerte en todo,despues d leerte entiendo q mi recorrido el largo pues hay muchos lugares,personas y experiencias q me faltan en esta vida!
Qué bonito artículo, Guillermo. Llegué a él de casualidad porque un familiar lo compartió en Facebook; al principio creí que se trataba simplemente de una simple lista de los beneficios que tiene viajar, como las que estamos acostumbrados a leer por todas partes. Pero lo que he leído es realmente inspirador. Me gusta tu manera de pensar, creo que en parte es parecida a la mía y por eso me ha hecho tanta ilusión encontrarme con esto.
Yo también soy gallega, mira por dónde 🙂
Un fuerte abrazo!
Amo viajar , me llena el alma 😄🌀🌻🐘, gracias por compartir , absolutamente inspirador .
Tu forma de sentir y redactarlo es increible.
Felicitaciones y a seguir viajando!
que inspirador Guille con aprecio Armando Tol
Fantástico, sigo ese camino que escribes y leyendo empiezo a entender lo que me pasa estos dos años viajando. Ahora empiezo mi viaje a Asia de siete meses y no se por donde empezar. Seguiré el instinto alimentado por tu bloq. Gracias de gallego a gallego. Vente por Laxe y nos conoceremos algún día. Inshalla.
Gracias Javier! Ya me pasaré un día del próximo verano por Soesto a pillar olas y luego nos tomamos una cervecita por allí 😉